Resiliencia se refiere a la capacidad de cada persona o sistema social para vivir bien, desarrollarse positivamente a pesar de enfrentarse a circunstancias difíciles y como resultado, transformarse y fortalecerse.
Componentes de la resiliencia
La resiliencia se compone de dos elementos:
- Entereza ante la adversidad (incluso bajo presión, dolor, muerte y pobreza).
- Habilidad para construir o reconstruir una vida normal sin importar cuán difíciles sean las circunstancias o situaciones que se enfrentan.
¿Qué hace resilientes a las personas?
La resiliencia se debe a factores internos como una autoestima alta, optimismo, fe, autoconfianza, iniciativa y la creencia en la capacidad de escoger y cambiar su propio proceso de pensamiento.
¿Cómo se desarrolla?
Desarrollar resiliencia toma tiempo. Es un proceso de descubrimiento de nuestras propias destrezas para lidiar con las situaciones, nuestras virtudes y la fortaleza interna. Para lograrlo se debe:
- Reconocer nuestras debilidades, fomentando y expresando nuestros talentos.
- Apreciarse uno mismo y sentir orgullo por los logros alcanzados.
- Perdonarse sus errores y aceptarlos como experiencias de aprendizaje.
- Utilizar la imaginación y expresarse creativamente.
- Ser capaz de apreciar las relaciones de tal manera que reflejen una relación saludable con nosotros mismos.
Rediseñe su forma de pensar acerca de situaciones y relaciones, no para reducir el dolor, sino para fomentar la resistencia necesaria para continuar enfocados hacia lograr una vida plena y productiva.
Algunas ideas para desarrollar resiliencia:
- Fortalezca su autoestima
- Tenga sentido del humor
- Aprenda a aceptar el cambio
- Cuídese física y emocionalmente
- Cree una red de amistades, pares y colegas
- Desarrolle destrezas para la solución de problemas
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